viernes, 29 de abril de 2016

Incontable

Parece que ya llega el buen tiempo, hace sol y buena temperatura, es agradable. No vivo en un lugar con un clima muy cálido precisamente y los buenos días están contados a lo largo del año. Hoy hace un buen día. Espero que esa frase sea una analogía de mi vida: un buen día. No sé si me engaño a mí mismo intentando ser positivo y manteniendo la esperanza de que al final todo se resuma en algo bueno, por que no. Y es que simplemente con pensar que algún día llegara el final ya me encuentro un poco apesadumbrado, es algo que supongo que todo el mundo tiene asumido, que es un hecho rutinario y que quizás no tenga mayor importancia más allá del simple hecho real de la vida. Siempre le di toda la importancia del mundo a la vida, por encima de todas las cosas, es un pensamiento general que proviene del instinto colectivo de las personas. Me gustaría creer como a la mayoría de la gente que al final puedas recordar que todo lo que te ha sucedido en la vida a terminado siendo algo bueno. Casi todas las películas que se hacen acaban teniendo un final feliz, no?, espero que eso nos pase a todos, que tengamos un final feliz. Yo en realidad de la vida siempre he acogido todo lo que me deparase lo bueno y lo malo, no pensaba que en la vida todas las cosas deberían ser preferiblemente buenas, beneficiosas para cada persona, que proporcionasen una ganancia vital, de alguna manera, de energías, de sentimientos positivos. Creía que en la vida es inevitable encontrarse de cuando en vez con situaciones nocivas, perniciosas, negativas, y creía que esas cosas también eran inherentes a la vida y que por lo tanto formaban parte de la grandeza de la existencia vital, y que también había que acogerlas en tu interior como parte de ti mismo, y de igual manera que otras vivencias positivas. Ahora que me hago mayor, y con el paso del tiempo, ya no pienso así y trato de buscar cada vez con más ahínco el lado positivo de la vida, quiero sentirme bien y actúo en consecuencia. Me gustaba enfrentarme a los problemas, a las dificultades, a las vicisitudes de la vida, a los altibajos, creía que la vida había que afrontarla. No quiero hablar de eso pero recuerdo una palabra que leí hace mucho tiempo en un libro muy antiguo de significados: enemigo. Y otra palabra: enfrentamiento. Y eso hacia me enfrentaba a la vida con el objetivo de superar barreras las cuales son para muchos o habían sido inexpugnables. La vida es en parte una superación diaria de los errores y las contradicciones que se te plantearon en el pasado. La decisiones que tome en el pasado nunca las he juzgado equivocadas sin embargo no tuve la suerte de ganar nada a cambio del camino que recorrí en la vida y que decidí por mí mismo tomar teniendo en cuenta mis posibilidades y con la mejor de mis intenciones. Siento mucho no poder decir racionalmente que el conjunto de las cosas que englobaron a mi vida fue o ha sido beneficioso para mí, o positivo, o algo bueno que poder contar a alguien algún buen día como este.

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